concurso acreedores

Cuando una sociedad no puede hacer frente a sus deudas, es decir, se declara insolvente, o prevé en el futuro que esta situación puede llegar, está obligado a iniciar un concurso de acreedores. Este proceso judicial establece una especie de “tiempo muerto” y protección legal para el deudor mientras se resuelve la situación.

Desde Alcalde Abogados, en este artículo, te explicamos lo básico que debes saber sobre los objetivos y el procedimiento de un concurso de acreedores.

¿Qué objetivos tiene el concurso de acreedores?

Cuando una empresa, autónomo o persona física entra en concurso de acreedores, se activa un mecanismo legal que permite detener la acumulación de deudas y evaluar la situación de insolvencia. El objetivo principal del concurso es solventar la crisis financiera, ya sea mediante un plan de reestructuración de deuda o a través de la liquidación del patrimonio.

Siempre que esta sea posible, se prioriza que la empresa alcance la viabilidad económica. Es decir, si la actividad empresarial puede seguir operando, se favorecerá su continuidad como medio para conservar los puestos de trabajo y facilitar el pago a los acreedores.

Además, el concurso de acreedores, a través del ordenamiento de la deuda, busca garantizar un tratamiento justo y equilibrado para todos los acreedores. De esta manera, se promueve la recuperación del mayor porcentaje posible de los créditos pendientes, dentro del marco legal establecido.

Consecuencias de entrar en concurso de acreedores

Entrar en concurso de acreedores, supone una serie de consecuencias legales y económicas que es importante tener en cuenta desde el primer momento.

  • Declaración de insolvencia: la empresa reconoce que no tiene la capacidad financiera para pagar sus obligaciones. Este acto conlleva el inicio del concurso de acreedores supervisado por el juzgado mercantil.
  • Apertura del procedimiento judicial: se inicia el proceso judicial regulado por la Ley Concursal para ordenar las deudas y buscar soluciones. En esta fase, se analizarán los activos, los pasivos y la viabilidad de la actividad económica.
  • Suspensión de pagos y limitación de operaciones: los pagos corrientes quedan paralizados, al igual que los embargos. A partir de aquí, las operaciones y decisiones de la empresa necesitarán autorización judicial o del administrador consursal para llevarse a cabo.
  • Nombramiento del administrador concursal: el juzgado designa a un profesional independiente o también llamado administrador concursal. El cual se encargará de supervisar la gestión del proceso, revisar las deudas y negociar con los acreedores.
  • Negociación para reestructurar la deuda: en este periodo, se intenta alcanzar un acuerdo o convenio con los acreedores. El cual puede incluir quitas (reducción de deuda), esperas (aplazamientos), reestructuración operativa o venta de activos no esenciales para evitar la liquidación.
  • Liquidación de la empresa: si no es posible llegar a un acuerdo viable, se iniciará la fase de liquidación. Los bienes de la empresa serán vendidos para pagar, en el orden legal establecido, a los acreedores. Lo que implica, en la mayoría de los casos, el cierre definitivo de la empresa.
  • Impacto laboral: el concurso de acreedores puede llevar a la suspensión o extinción de contratos laborales mediante ERTE o ERE. Los trabajadores afectados pueden reclamar salarios e indemnizaciones impagadas al Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), dentro de los límites legales.

JUZGADO MERCANTIL

¿Me pueden embargar estando en concurso de acreedores?

Como ya se ha mencionado anteriormente, la declaración del concurso de acreedores, supone la paralización automática de todos los embargos existentes. Además, la Ley Concursal prohíbe iniciar nuevos procesos de ejecución individual contra el concursado desde el momento que entra en concurso.

Únicamente en casos excepcionales, y con autorización previa del juez del concurso, se podría permitir alguna actuación ejecutiva concreta. Por ejemplo, en procesos que afecten a créditos con garantía real (como una hipoteca), si se cumplen ciertos requisitos o las deudas alimenticias, que no se detienen. Pero por lo general, el concurso de acreedores supone un escudo legal efectivo frente a los embargos.

Tanto si tu empresa se encuentra en situación de concurso como si eres acreedor de una sociedad inmersa en este procedimiento, en Alcalde Abogados encontrarás el apoyo legal que necesitas. Disponemos de abogados especialistas en concursos de acreedores y materia mercantil, preparados para ofrecerte un asesoramiento integral y defender tus intereses en cada fase del proceso.